domingo, 26 de agosto de 2012

El cuadro del niño llorando..

EL CUADRO DEL NIÑO LLORANDO..


Cuadro del niño llorando Cuenta la historia que este cuadro fue pintado por un artista español a un niño en un orfanato. Años más tarde este orfanato se incendio y el espíritu del niño quedó atrapado en esta pintura. Este fue el cuadro del que mas copias se reprodujeron en España y se distribuyeron al mundo. En los 50 se dieron muchos casos de casas incendiadas donde se encontraba una reproducción de dicho cuadro, quemándose todo, incluido cadáveres, y lo curioso de todo esto es que el cuadro permanecía colgado en la pared sin un solo rasguño. Los que investigaron el caso no hallaron una explicación a este fenómeno, solo lo llamaron La maldición del niño llorón. Se dice que al ver el cuadro, uno siente como el niño de ojos llorosos y mirada tierna te sigue con la mirada, se siente un ambiente que te pone los pelos de punta. Mucha gente posee este cuadro, pero dice que solo ataca a aquellos que descubren que el cuadro esta encantado, en la noche se escuchan lamentos lejanos, el niño sale del cuadro sube a tu habitación y te quita la vida, si es que no mueres antes de la impresión al ver su rostro endemoniado. Luego incendia la casa con todos adentro y borra así la evidencia de su crimen.

Quién escribe tanta basura junta?

LA CASA DE LA MIERDA

Madame Noseque nos llevo en su coche hasta la puerta de nuestra casa… Madre mía (no me tengo que olvidar de colgar algunas fotos…), ni a Stephen King se lo ocurre una casa así... Esta situada en el numero 24 de una de las calles “principales” de Montbard, pero la nuestra debe ser la parte mala… Bueno, para los frikis debo decir que tiene EXACTAMENTE la misma pinta desde fuera que las casas de Aldorf en WAR!!! (de las chabolas, claro) Es estrecha y tiene tres plantas, la primera tiene dos ventanas y la puerta (todas ellas llenas de mierda), el segundo piso esta hecho de piedra y tienen dos ventanas, una para cada habitación (¿¿¿como estaban??? Solo decir que había bolas de pelusa como ratones) y por ultimo una ventanita que es de la buhardilla ( cuanto menos hable de ella mejor…) Al entrar nos dio una bofetada de calor de tres pares de cojones y un aire de rancio y cerrado que tiraba para atrás (de todo esto hay que decir que al menos la calefacción es una maravilla). Por dentro la casa se compone de un saloncito, una cocinita, un cuartito de bañito, las dos habitacioncitas y LA BUARDILLA PROHIBIDA!!!! En resumen, para tirarse las manos a la cabeza, y el lunes que tratamos de limpiarla, peor aun...

El paquete con las gafas.


EL PAQUETE CON LAS GAFAS



Un amigo mío fue a Madrid, sabiendo que su novia necesitaba unas gafas porque se las había roto unas noches antes en el cine. Al pasar por unos grandes almacenes se decidió a entrar y le compró unas.
La dependienta se las envolvió y él pagó la cuenta, pero, al marcharse, en lugar de coger el paquete con las gafas, cogió uno parecido que había al lado y que contenía unas bragas que seguramente alguna clienta de las que allí había acababa de comprar.
Mi amigo no se dió cuenta de la equivocaciópn y desde allí se fue a Correos y le envió la caja a su novia junto con una carta. La chica recibió el paquete y quedó perpleja por el contenido, de manera que leyó la carta, que decía:
"Querida mía:
Espero que te guste el regalo que te envío, sobre todo por la falta que te hacen, ya que las tuyas las rompi hace poco en el cine. Además llevabas ya mucho tiempo con las que tenías y éstas son cosas que se tienen que cambiar de vez en cuando.
También espero que haya acertado con el diseño. La dependienta me dijo que eran la última moda y me enseño las suyas, que eran iguales.
Entonces yo, para ver si eran ligeras, cogí y me las puse allí mismo. No sabes cómo se rió la dependienta, porque estos modelos para chicas quedan muy graciosos en los hombres, y más a mí, que ya sabes que tengo unos rasgos muy alargados.
Una muchacha que había allí me las pidió, se quitó las suyas y se las puso para que yo viera el efecto que hacían, y he de reconocer que le quedaban muy bien, así que me decidí y las compré, con la esperanza de vértelas puestas bien pronto.
Úsalas y enséñaselas a tus padres, a tus hermanos y, en fin, a todo el mundo, a ver que dicen. Al principio te sentirás muy rara, acostumbrada a ir con las viejas, y más ahora que has estado tanto tiempo sin llevar ningunas. Si te están muy pequeñas me lo dices, que si no te van a dejar señal cuando te las quites para ir por la calle y todo el mundo va a notar que las tienes. Ten también cuidado que no te estén grandes, no sea que vayas andando y se te caigan. Llévalas con cuidado, no vayas a romperlas y, sobre todo, no vayas a dejártelas por ahí y las pierdas, que tienes la costumbre de llevarlas en la mano para que todos vean tus encantos.
En fin, para qué te voy a pedir nada más; sólo te digo que estoy deseando vértelas puestas y que te las quites la próxima vez que vayamos al cine.
Este es el mejor regalo que podría hacerte, cariño".



Confesiones de un tipo feo.

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CONFESIONES DE UN TIPO FEO..
Yo era tan feo que, cuando nací, el médico preguntó donde estaba la cámara oculta. Era tan feo que, cuando nací, el doctor me tiró al aire y dijo: "si vuela es murciélago", y luego me tiró en el agua y dijo:
"si nada, es cocodrilo". Era tan feo que cuando nací, el doctor me dio la cachetada en la cara. Luego fue a la sala de espera y le dijo a mi padre : "Hicimos lo que pudimos... pero nació vivo", y en lugar de felicitar a mi papá, lo golpeó. Era tan feo, que mi madre, cuando nací, no sabía si había sido un mal parto o una buena %. Incluso, mi mamá no sabía si quedarse conmigo o con la placenta. Como era prematuro me metieron en una incubadora... con vidrios polarizados. Era tan feo, que cuando nací no lloré yo ¡lloró el doctor, mi papá y mi mamá! Mi madre nunca me dió el pecho porque decía que sólo me quería como amigo, así que en vez de darme el pecho, me daba la espalda. Era tan feo que a los 3 meses aprendí a caminar, porque nadie me alzaba. Era tan feo que cuando era chico, me acariciaban con una rama. Era un niño tan feo, pero tan feo, que un día mi mamá me llevó de camping y en la noche, los coyotes prendieron fogatas para que no me acercara. Era tan feo que cuando jugaba al escondite nadie me buscaba. Nací tan feo que cuando era niño, por las noches, mi "angelito de la guarda" dormía en la habitación de al lado. Yo siempre fui muy peludo: a mi madre siempre le preguntaban: "Señora, a su hijo ¿lo parió o lo tejió?" Mi padre llevaba en su billetera la foto del niño que venía cuando la compró. Pronto me di cuenta que mis padres me odiaban, pues mis juguetes para la bañera eran un radio y un tostador eléctrico. Una vez me perdí, y le pregunté al policía si creía que íbamos a encontrar a mis padres; me contestó: "No lo sé; hay un montón de lugares donde se pudieron haber escondido". Era tan feo que me exhibían en una feria por teléfono. Era tan feo que cuando me despertaba, el sol se escondía. Era tan feo, que no podía dormir, porque cuando venía el sueño, lo espantaba. Era tan feo, que me dolía la cara. Era tan feo que los ratones me comieron el documento y dejaron la foto. Cuando fuí al zoológico los monos me tiraban galletitas. Mis padres tenían que atarme un trozo de carne al cuello para que el perro jugara conmigo. Cuando me secuestraron, los secuestradores mandaron un dedo mío a mis padres para pedir recompensa. Mi madre les contestó que quería mas pruebas. Tuve que trabajar desde chico. Trabajé en una veterinaria y la gente no paraba de preguntarme cuánto costaba yo. Un día llamó una chica a mi casa diciéndome: "Ven a mi casa que no hay nadie”. Cuando llegué no había nadie. Era tan feo que el psiquiatra me hacía acostar boca abajo. El psiquiatra me dijo un día que yo estaba loco. Yo le dije que quería escuchar una segunda opinión. "De acuerdo, además de loco es usted muy feo", me dijo. Una vez, cuando me iba a suicidar tirándome desde la terraza de un edificio de 50 pisos, mandaron a un cura a darme unas palabras de aliento. Sólo dijo: "En sus marcas, listos..." El último deseo de mi padre antes de morir era que me sentara en sus piernas. Lo habían condenado a la silla eléctrica... Era tan feo, pero tan feo, que cuando mandé mi foto por e-mail, el antivirus la detectó. Era tan feo que me miraban dos veces porque la primera no se lo creían. Era tan feo que convertí a Medusa en piedra. Encima, me echaban del tren fantasma porque "asustaba demasiado". Era tan feo que asustaba hasta los ciegos. Era tan feo que cuando me miraba en el espejo, el reflejo se hacía a un lado. Era tan feo que hacía llorar a las cebollas. Era tan feo que tiré un boomerang y éste no regresó nunca mas. Era tan feo que cuando iba al banco, apagaban las cámaras de seguridad.
Era tan feo que cuando fui a la casa de los espantos... regresé con una solicitud de empleo. Sí, amigos, yo era tan feo, tan feo, que una vez me atropelló un auto... y quedé mejor. Y ahora soy, apenas... feo..♥.